Solo tienes que frotarla en tus dientes durante unos cuantos minutos, luego lava con agua y usa el hilo dental para quitar las semillas que se hayan introducido entre tus dientes.
Bicarbonato de sodio
Puedes utilizarlo en combinación con tu pasta de dientes, o añadir un poco de polvo de bicarbonato de sodio a tu cepillo dental y cepillar los dientes; también puedes agregar una pizca de sal al cepillo y cepillar de forma habitual.
Haz una pasta con zumo de limón y una cucharadita de sal, luego cepilla los dientes con ella y enjuaga con abundante agua fría. Si lo deseas sustituye el bicarbonato de sodio por sal.
Vinagre de manzana
Haz una pasta espesa con el vinagre y una cucharadita de bicarbonato de sodio, cepíllate los dientes y enjuaga.
Cáscaras de naranja y hojas de laurel
Es una solución poco conocida pero eficaz. Tritura la piel de naranja y el laurel, luego coloca un poco de la mezcla sobre tu cepillo dental y cepilla los dientes con ella, enjuaga con agua.