Tal y como hemos comentado anteriormente, la caries se soluciona mediante el empaste dental, también conocida como obturación dental, aunque hay que saber que únicamente será una solución eficaz cuando la enfermedad se encuentre en su fase inicial puesto que si ha penetrado en el interior del diente será necesario tomar medidas más drásticas y complejas para solucionar la problemática.
¿Qué debemos saber acerca del empaste? Ya hemos avanzado que se trata de una intervención sencilla dado que únicamente se retira la parte cariada a través de instrumental específico y seguidamente se procede a rellenar la zona tratada con resina compuesta, que se endurecerá gracias a una luz potente así como también se comprobará que la mordida es correcta y para ello se llevarán a cabo una serie de comprobaciones rutinarias. Por norma general, estamos ante un proceso que tiene una duración aproximada de 15 minutos y que nos permitirá erradicar la caries.
El uso de la resina compuesta se debe a varias razones, como por ejemplo que estamos ante un material que destaca principalmente por su resistencia y durabilidad, siendo esta una de las razones por las cuales se ha convertido en uno de los materiales más utilizados en el sector de la Odontología y es que además de utilizarse en los empastes también nos será de gran ayuda en otras intervenciones, como por ejemplo en la inserción de carillas dentales. Otro factor clave a la hora de elegir el composite se debe a que respeta la estética dental del paciente debido a que cuenta con un color muy similar al que presenta el diente, mejorando de esta forma las prestaciones que nos proponía la amalgama, aleación metálica que se ha utilizado durante años para llevar a cabo este tratamiento y que afectaba gravemente la estética dental del paciente. Además, no hay que olvidar que la amalgama puede llegar a ser tóxica al contar con componentes tales como el mercurio.
Queda claro que estamos ante una de las intervenciones más simples, indoloras y efectivas, por ello se recomiendo atajar la caries en su fase inicial a través de un empaste de composite. Para ello, y teniendo en cuenta que estamos ante una enfermedad que no suele presentar signos visibles, se recomienda acudir al dentista de forma regular.