La pieza de mano, un imprescindible para los dentistas

Probablemente, la pieza de mano sea la herramienta más utilizada por los dentistas por su versatilidad y eficacia.

La pieza de mano, también conocida como taladro dental, es una de las herramientas que más utiliza el dentista con sus pacientes. Se utiliza para eliminar las caries o para moldear la superficie y estructura del diente tras un empaste. La pieza de mano también se utiliza para la limpieza bucal o para crear conductos durante el tratamiento de entodóncias. Por su potencia, puede quitar empastes viejos o temporales y coronas como paso anterior a realizar restauraciones permanentes.

Antes de que este tipo de herramientas existieran, los dentistas efectuaban los procedimientos con afilados instrumentos de mano. El trabajo era difícil y más costoso, debido a la limitación de movimientos que este tipo de herramientas permitían. Hoy en día las piezas de mano constan de una parte rotatoria que facilita la movilidad y llegar a sitios más difíciles, con una mayor precisión, lo que supone también una mayor tranquilidad para el profesional odontológico.

Existen dos tipos de piezas de mano, las de alta velocidad o las de baja velocidad. Cada una de ellas sirve para un fin diferente, así que lo usual es que los dentistas dispongan de las dos o, en su defecto, de una a la que se le pueda variar la velocidad, para así poderla utilizar en diferentes operaciones.

Uno de los adelantos tecnológicos que se están productos dentales actualmente y que han sido muy bien recibidos por los dentistas, son las piezas de mano inalámbricas. La capacidad de movimiento fácil es muy importante cuando se está trabajando en una superficie tan pequeña y de reducido espacio como es la zona bucal. Por ello, todo lo que tenga que ver con ilimitar este movimiento, supone un adelanto muy interesante en este campo. Aun así, las piezas de mano con cable también están pensadas para la máxima comodidad para el profesional y una eficiencia perfecta. Depende de cada dentista, unos prefieren la comodidad de las piezas de mano inalámbricas y otros prefieren la precisión y potencia de las de cable. Aunque poco a poco la tecnología está avanzando para que la diferencia entre ambas sea imperceptible.

Otro de los tipos de turbinas dentales‎ pieza de mano que se están probando últimamente son los láser. Aquí dejaríamos de hablar de un taladro dental al uso, ya que el aparato no entra en contacto físico real en ningún momento con la zona a tratar. Los adelantos en este campo permiten que el láser distinga zonas sanas de infectadas y muestra una muy alta precisión. Con este tipo de piezas de mano se consigue disminuir el dolor del procedimiento, y no hay turbinas ni agujas. Además, depende del tratamiento, podrá realizarse en sólo una visita, con el beneficio para el paciente que eso conlleva. Pero, aunque aparentemente todo sean beneficios, debemos tener en cuenta las contradicciones que, en ocasiones, presenta el láser, por lo que hay dentistas que siguen prefiriendo el láser convencional.

Blanqueamiento dental casero: ¿es posible hacerme yo mismo el producto?

Existe una opción si no quieres gastar NADA, y es hacerte tu mismo el producto. Sin duda esta es la opción más económica, pero debemos advertir que los resultados no serán tan convincentes como podrían serlo con productos profesionales fabricados precisamente para este fin.

Método uno: para este primer método necesitaremos bicarbonato. Se trata de que a la hora de cepillarnos los dientes por la noche remojemos previamente el cepillo con agua y luego pongamos la pasta dentífrica y por encima un poco de bicarbonato de sodio. Una vez hecho, tendremos que cepillarnos los dientes como de costumbre pero intentado hacer movimientos circulares e intentando que la pasta llegue a todos los dientes de la boca.

Método dos: para esta segunda opción lo que necesitamos es una naranja. Primero la cogeremos y la tostaremos un poco hasta que quede carbonizada. Una vez esté así, deberemos molerla con un mortero y convertirla en polvos muy finos, como si fuera ceniza. El tercer paso será muy similar al del método primero: deberemos mezclar la pasta dental con el polvo resultante y cepillarnos los dientes procurando llegar a cada rincón. Es importante que luego no queden restos del polvo de carbón de naranja, por lo que si es necesario deberemos cepillarnos al final de todo solo con la pasta dentífrica por si acaso.

Método tres: en este último caso que os explicamos, en vez de una naranja usaremos un limón. Primero tendremos que buscar un bol que no sea de metal para hacer una mezcla de limón y sal fina. No estamos hablando del jugo, sino de la materia del limón en sí. De la mezcla surgirá una especie de pasta que será la que usaremos para cepillarnos los dientes (en este caso NO se mezcla con la pasta dental). Lo podemos hacer un máximo de tres veces por semana. El problema de esta opción es que el limón con la sal pueden dañar el esmalte y las encías.

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¿Qué es el blanqueamiento odontológico?

Blanquear dientes es un tratamiento estético que afecta nuestra dentadura. Se trata básicamente de poder reducir varios tonos en las piezas dentales, dejándolos así más blancos. Hay varias causas que producen la decoloración y se pueden dividir en causas intrínsecas y extrínsecas:

Intrínsecas: tetraciclinas (producido por antibióticos), hipoplasias de esmalte (que serían las manchas que se tienen de forma congénita ya cuando se forma el diente en sí), el exceso de flúor, golpes y posibles roturas, desgaste y envejecimiento (más o menos a partir de los cincuenta años, pero dependerá de cada persona), etc.

Extrínsecas: en esta categoría entrarían todas las que son por causa de tomar alguna sustancia o tener algún mal hábito: tomar té o café, fumar (el alquitrán y la nicotina son muy perjudiciales en este sentido), mate, clorhexidina (muy habitual en pastas de dientes o colutorios antibacterianos para prevenir o curar problemas de encías), etc.

El blanqueamiento dental es hoy en día un sinónimo de éxito y buena imagen, por eso cada día hay más personas que se preguntan cómo blanquear los dientes. Antiguamente solamente había una opción: ir al dentista y pagar lo que te pidiera. Por suerte para todos, hoy en día existen muchos productos para hacerlo en casa y con un coste mucho más reducido y unas garantías de éxito aseguradas.

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Todo sobre el blanqueamiento odontológico

Hay diversos métodos para blanquear los dientes. Se pueden comprar productos blanqueadores para uso diario en una farmacia o seguir las indicaciones de su dentista. Los productos contienen peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida. Debido a que estos productos se descomponen, el oxígeno entra en el esmalte dental, aclarándolos. Así mismo, los dentistas pueden usar láser para conseguir este resultado.
A medida que se envejece y de acuerdo con la propia naturaleza humana, los dientes comienzan a oscurecerse. A menudo, este proceso se produce con mayor celeridad por diferentes causas:equipos de blanqueamiento dental

Al tomar bebidas como té, café, vino tinto u otros alimentos con un alto contenido en colorante.
Otra causa de gran importancia es el tabaco, que puede hacer que sus dientes tengan un aspecto amarillento.
Las caries dentales, los empastes y el sarro pueden contribuir, de manera considerable, a la decoloración.
Si los nervios y los vasos sanguíneos de los dientes son dañados por una caries o un golpe, también pueden llegar a oscurecerse.
Algunos tipos de manchas pueden ser causadas por enfermedades o medicamentos. Por ejemplo, si un tipo de antibiótico llamado “tetraciclina” se administra a niños cuyos dientes aún están desarrollándose, cuando sean adultos sus dientes tendrán, probablemente, un aspecto amarillento o verdoso.
Consejos sobre el blanqueamiento dental
Su dentista puede aconsejarle acerca de los diversos métodos de blanqueamiento dental y cuál puede ser el más efectivo para usted. Por ejemplo, el color que tengan en este momento sus dientes puede interferir a la hora utilizar un tratamiento blanqueador. También es necesario valorar el color de su piel, con el fin de que el resultado del tratamiento parezca lo más natural posible.

Los productos usados en casa pueden no ser adecuados en caso de que se tengan dañados los nervios encargados de la inervación de los dientes y que podrían provocar su decoloración. Es posible que necesite productos más fuertes que deben ser usados únicamente por profesionales.

Es importante recordar que si tiene empastes o materiales adheridos a los dientes, éstos no se blanquearán y se presentarán con un color diferente, por lo que en este caso las fundas pueden resultar más efectivas.

Fuente: venta de productos dentales baratos