Los ortodoncistas cuentan con distintos tipos de ortodoncia según el problema que quieran tratar.
La ortodoncia no es un tratamiento útil sólo para recolocar las piezas y lucir una bonita sonrisa. Los diferentes tipos de ortodoncia disponibles (preventiva, interceptiva y correctiva) son útiles para diferentes problemas de la boca. Todos tienen el mismo objetivo: conseguir una buena oclusión y una correcta alineación, lo que varía es el momento de actuación de cada tratamiento.
La ortodoncia preventiva
Pretende actuar antes de la aparición de desviaciones cuando el diagnóstico indica que estas se van a producir impidiendo el normal desarrollo de la boca. Se basa en el empleo de técnicas de desgaste dentario y aparatos removibles que faciliten el correcto crecimiento bucodental.
La ortodoncia interceptiva
Es el tratamiento que se aplica cuando la desviación en el desarrollo bucodental se ha producido pero aún puede cambiarse su evolución. Es el caso de pacientes con problemas de maloclusión evidente pero que aún puede revertirse, por lo que se aplica en pacientes jóvenes, casi siempre niños y adolescentes y no en adultos.
La ortodoncia correctiva
Se emplea cuando el problema ortodóntico o de maloclusión ya está instaurado y ha habido una alteración en el desarrollo normal de la boca. Las deformaciones suelen afectar fundamentalmente al paladar y los arcos dentarios, por lo que es necesario combinar aparatos removibles y fijos para ir corrigiendo los problemas poco a poco y dotando a la boca de una normalidad morfológica y alineando las piezas a la vez.