Con el objetivo de garantizar un trabajo mucho más eficaz y con el objetivo también de proteger las sustancias duras de los dientes, el dentista dispone hoy en día de unos instrumentos innovadores.
La calidad de un tratamiento odontológico depende en gran medida de la capacidad de reconocimiento e identificación de las estructuras a tratar, sobre todo las medidas de tratamiento en la zona posterior de la mandíbula que requieren de una buena visión del campo de trabajo. Entre los problemas más comunes se encuentran la visibilidad limitada y una iluminación insuficiente. Esto puede dificultar la realización de un buen trabajo, además de dificultar la protección de las sustancias duras de los dientes.
Una buena iluminación durante el tratamiento es sinónimo de menos interrupciones, gracias a no necesitar realizar controles con fuentes de luz externas. De esta forma, el tratamiento no sólo se lleva a cabo con especial cuidado sino que también en mucho menos tiempo. Una mejor iluminación de la zona tratada constituye por lo tanto una condición indispensable para el tratamiento de alta calidad, acortando los tiempos de trabajo y mejorando por tanto la rentabilidad.
En este contexto, las piezas de mano dentales y los contra-ángulos con luz suponen los medios de ayuda más habituales para la iluminación del área de trabajo. Hasta ahora el mercado disponía de piezas de mano y contra-ángulos con conductores de luz accionados por motor.
En la IDS 2007, W&H fue el primer fabricante en presentar instrumentos con tecnología LED y poco después presentó el primer instrumental con generador incorporado y luz LED, este generador es la fuente de energía integrada que consigue las luz LED.