El mecánico dental o técnico dental, es el profesional sanitario encargado de diseñar, elaborar y fabricar las distintas prótesis dentales existentes, así como los aparatos de ortodoncia removible, las férulas dentales, las cubetas de impresión individuales, y otros. Del mismo modo que elabora, también se encargará de reparar lo anteriormente citado en caso de rotura o desgaste por el paso del tiempo.
El profesional no solo es un sanitario, sino que además es un artesano e incluso un artista, puesto que la profesión es fundamentalmente artesanal. Cada caso clínico requiere una prótesis o dispositivo determinado, y cada dispositivo que fabrica el mecánico dental es una obra artesanal única y personalizada que ha de cumplir todos los requisitos necesarios, tanto funcionales como estéticos, por ello, para desempeñar la profesión además de adquirir los conocimientos necesarios, tanto técnicos como sanitarios (conocimiento de las propiedades químicas y físicas de los materiales que usa, conocimiento de técnicas de trabajo y uso de maquinaria e instrumental, conocimiento de anatomía oral e incluso facial, etc.), el mecánico dental precisa ser habilidoso con sus manos, y necesita perfeccionarse como profesional mientras desempeña su creativa labor con el paso del tiempo, para adquirir una requerida experiencia.
El mecánico dental, tras adquirir el titulo, ha finalizado sus estudios pero no completamente su formación, puesto que una artesanía únicamente puede aprenderse tras años de experiencia, y cuando el mecánico dental se introduce en el mundo laboral carece de la experiencia necesaria para ejercer correctamente su profesión.
Según el puesto que ocupe el mecánico dental, este puede recibir diversos nombres (“ceramista”, “resinero”, “ortodoncista”, etc.) de hecho, debido a la complejidad que ostenta el trabajo a realizar por el mecánico dental, por lo general el profesional se especializa en un determinado campo de las prótesis dentales, pues la gama de dispositivos a diseñar y crear es muy amplia y sería imposible poder fabricar todos ellos con la misma pericia, ya que además, dominar completamente cualquier técnica puede llegar a requerir incluso años de experiencia.
Por lo general, el primer paso en la profesión es dominar “la escayola”, es decir, ocupar el puesto del laboratorio donde se realiza el positivado de las impresiones dentales, recortado de modelos, montaje en articulador, etc., pero el profesional puede llegar a adquirir la capacidad de realizar diversas y dispares funciones en el laboratorio, pudiendo incluso realizar la mayoría de las fases en la elaboración de los distintos dispositivos, ya sean removibles de metal, completas y parciales de resina, dispositivos de ortodoncia, etc., no obstante, como ya es citado anteriormente, el protésico dental precisa de especialización, de hecho asimismo existen multitud de material para laboratorios dentales específicos para un único y determinado tipo de prótesis.
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